El impacto económico generado por la pandemia y las medidas de prevención que se tuvieron que adoptar para contener la propagación del virus han ocasionado efectos devastadores de gran magnitud en la economías de distintos países, especialmente en aquellos que dependen en gran medida del comercio internacional, el turismo, las exportaciones de productos básicos y el financiamiento externo. Además ha causado una inevitable contracción en la economía mundial, que de acuerdo al Banco Mundial esta disminuirá un 5.2 % este año.

Por esta razón, muchos países han empezado a reactivar sus economías e iniciado a desarrollar proyectos que beneficien a sus habitantes para mejorar la economía a pesar de que todavía existe el riesgo inminente de que las personas se infecten y que el virus provoque más estragos en la salud pública. Aunque esto no ha limitado a que las personas regresen a laborar a pesar de que el número de personas contagiadas sigue en aumento.

Tal es el caso de Costa Rica, cuya economía tiene un alto grado de integración comercial y financiera a la economía internacional. Se había estabilizado desde mediados del 2019 mostrando una mejora en sus finanzas públicas, en la reducción de las tasas de interés y una mayor disponibilidad relativa de divisas. Además tuvo un crecimiento interanual del 2.7% en la producción durante el mes de febrero del 2020. Sin embargo, esta se vio afectada a raíz del impacto global y local generada por el COVID-19 debido a una menor demanda externa de bienes y servicios, una caída en el turismo y los efectos directos e indirectos sobre la demanda interna.

Por tanto el gobierno costarricense con el fin de reactivar nuevamente la economía de su país tras la crisis sanitaria, solicito un préstamo al Banco Mundial a finales de junio del 2020 para favorecer a las pequeñas y medianas empresas (PYMES), y reafirmar su sostenibilidad fiscal.  Según el directorio ejecutivo del Banco Mundial este aprobó un préstamo de US$300 millones para respaldar el programa del gobierno de Costa Rica el cual tiene como fin mantener y proteger los puestos de trabajo y generar nuevas oportunidades laborales para la población.

México siendo uno de los países más afectados por el coronavirus con un total aproximado de 434,193 casos confirmados, se estima que tendrá una recuperación lenta y débil. De acuerdo al Bank of America Securities, se mantendrá débil a pesar del apoyo que brindarán las remesas al consumo y de la rápida reactivación que está mostrando las exportaciones de automóviles. Esto se debe en gran parte al impacto que surgió en el turismo, el cual es uno de los sectores con más relevancia en el crecimiento económico del país pero uno de los más afectados por las restricciones y medidas de distanciamiento; así como por la falta del turismo interno y externo. Además las altas tasas de interés y las bajas inversiones extranjeras también han sido factores limitantes para su recuperación económica.

No obstante ante escenarios nada alentadores que sucedieron durante la pandemia, el gobierno de México ha apostado por crear un plan de reactivación económica de bienestar centrada en 10 ejes que constará de diversos programas enfocados en la inversión pública y privada, el turismo y la simplificación de créditos, con el único objetivo de recuperar 220 mil empleos que se perdieron en la capital del país durante la pandemia. De conformidad con AS México, se invertirán 75 mil millones de pesos para crear 300 mil empleos directos y de esta manera beneficiar a diversas familias que se quedaron sin ingresos durante este periodo.

Guatemala no ha sido la excepción, como todos los países a nivel mundial, el Gobierno de Guatemala como parte de su estrategia para reactivar la economía nacional, ha efectuado planes para promocionar al país a nivel internacional con el propósito de diseñar una estrategia asertiva y coordinada a nivel gubernamental que permita atraer inversionistas, oportunidades de empleo temporal en el extranjero e impulsar al Congreso a que apruebe leyes que contribuyan a la reactivación económica, así como la aprobación de propuestas a la Ley de Bancos o la Ley de Insolvencias.

De acuerdo al Ministerio de Economía el plan de reactivación de Guatemala está compuesto por tres ejes estratégicos principales para recuperar y generar nuevas fuentes de ingresos para miles de guatemaltecos. Estos tres ejes consistirán en lo siguiente: un plan  de recuperación y generación de nuevos empleos, un plan de atracción de inversiones estratégicas al país y un plan de fomento del consumo de bienes y servicios guatemaltecos a nivel nacional, regional y mundial.

Derivado de lo anterior el 24 de septiembre el ministro de relaciones exteriores durante una reunión que sostuvo con el G3 con el objetivo de fortalecer el modelo de negocio actual y pasar de la cooperación a la inversión entre países para mejorar inclusive las ventajas comparativas de la región. En esta reunión se promovió al país de Guatemala como un aliado estratégico a largo plazo que les permitirá tener un mayor crecimiento y rentabilidad para sus inversiones. Además enfatizo las ventajas competitivas y la ubicación geográfica como un incentivo para captar más la atención de inversionistas extranjeros.

Según el Diario de Centroamérica, los proyectos para 2021 a cargo de los Ministerios de Economía (Mineco), de Energía y Minas (MEM) y de Trabajo, tendrán un presupuesto asignado aproximadamente de Q438.7 millones en donde se incluye una sección específica por Q28 millones relacionado con el Plan de Reactivación Económica, los cuales serán recursos que se invertirían en fortalecer las unidades de la cartera para promover la recuperación de empleos y los ingresos de todos los guatemaltecos.

Aunque sin duda alguna, todo plan siempre dependerá de factores externos que no están bajo el control de ningún país tales como la disponibilidad de una vacuna para prevenir y generar inmunidad que evite nuevos casos de contagio por el nuevo coronavirus y un tratamiento eficaz para garantizar el bienestar total de sus poblaciones, con el cual se buscaría acelerar la recuperación a nivel mundial y con esto estabilizar el crecimiento y desarrollo económico de cada país.

Escrito por: Mónica Arévalo / Mercadeo

*El contenido de este artículo representa únicamente la opinión de experto de su autor *